Mujeres jóvenes de Rojava mejoran sus habilidades en medio de la revolución

La revolución en el norte y este de Siria, región también conocida como Rojava, allana el camino para que mujeres de todas las edades mejoren sus habilidades en el arte y la cultura. Con el apoyo de centros culturales y artísticos, muchas de ellas ahora cantan canciones, dibujan, escriben poemas y tocan instrumentos musicales.

Deline Loqman, una joven de 21 años que vive en Qamishlo, es poeta. Creció en una familia a la que le encanta leer libros y escribir. “Mi padre me enseñó a amar los libros cuando era niña -contó-. Solíamos leer libros en árabe porque los libros en kurdo estaban prohibidos. Mi padre es poeta y me enseñó a escribir poemas”.

Deline comenzó a aprender a escribir y leer en kurdo hace apenas cuatro años. “Aprendía de memoria los poemas de mi padre y los leía durante las celebraciones en las escuelas o en otros lugares -recordó-. Cuanto más escribía poemas, más mejoraba. Escribir poemas no es fácil, requiere experiencia y conocimiento”.

Al referirse a los desafíos que enfrenta, la joven dijo: “No estudié poesía, así que no tengo conocimientos generales de literatura, pero hago lo mejor que puedo para superarme. La revolución en Rojava brinda a las mujeres jóvenes y a las niñas la oportunidad de identificar y mejorar sus habilidades”.

“Antes de la revolución en Rojava, no podíamos hablar nuestra lengua materna, pero ahora aprendemos nuestra lengua materna; leemos y escribimos en kurdo -afirmó-. Hoy en día, las mujeres cantan canciones, hacen dibujos, escriben poemas y tocan instrumentos musicales en los espacios públicos”.

Deline también hizo “un llamado a todas las mujeres a concretar sus sueños rompiendo todas las barreras. Deberíamos mejorar nuestras habilidades frente a la mentalidad patriarcal que intenta marginar a las mujeres en la sociedad”.

“Quiero mejorar mis habilidades de pintura”

A Fatima Hussein, de 20 años, le encanta pintar desde pequeña y quiere mejorar sus habilidades pictóricas. “Mi madre y mi hermana mayor me apoyan. Mi hermana también se ha interesado por la pintura desde pequeña. Quiero inscribirme en el Instituto de Pintura para aprender más sobre las técnicas de pintura esenciales después de graduarme de la escuela secundaria”, explicó.

Fatima ahora quiere estudiar arte porque “hay que conocer las técnicas esenciales de la pintura”. “Al principio dibujaba con carboncillo y luego pintaba sobre madera y ahora pinto al óleo -puntualizó-. Aprenderé más sobre pintura porque quiero ser un pintor conocido. Hago un llamado a las niñas y mujeres jóvenes a superarse a pesar de todas las barreras”.

Canciones kurdas

Jimin Abdel Manaf Othman, de 29 años, canta desde su infancia. “Mi padre también es cantante. En los primeros años de la revolución en Rojava, se abrieron muchos centros culturales y artísticos -relató-. Fui a uno de ellos para mejorar mis habilidades de canto. Antes de la revolución, no podíamos cantar canciones kurdas, pero ahora las cantamos libremente gracias a la revolución en Rojava. Actualmente, las mujeres desempeñan un papel activo en todas las facetas de la vida; Desempeñan un papel activo en la política, el ejército, la cultura y el arte”.

Jimin asistió a un curso en el centro y aprendió a tocar el baglama, un instrumento musical de cuerda. Asisto a cursos para adquirir una buena voz para cantar y tocar mejor el baglama.

“Canto canciones kurdas para preservar nuestra cultura -señaló-. Las viejas canciones kurdas cuentan historias. Contamos con muchos centros y organizaciones que apoyan a niñas y mujeres jóvenes para que mejoren sus habilidades. Hago un llamado a todos los padres para que allanen el camino para que sus hijas puedan mejorar sus habilidades y desempeñar su papel en la sociedad”.FUENTE: Şirin Mihemed / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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